Anuario del Mercado de Trabajo 2023

8 minutos

Presentamos la cuarta edición del Anuario del Mercado de Trabajo 2023, publicación con la que esperamos ilustrar de forma resumida sobre una visión panorámica de las diversas variables que tienen que ver con el Empleo y los Recursos Humanos en nuestro país.

La economía terminó en 2022 la etapa “fácil” de recuperación tras el hundimiento que provocó la pandemia en 2020, entrando en 2023 en una etapa prevista como de crecimiento o menor, si bien la evolución del primer cuatrimestre está -positivamente– rompiendo pronósticos.

No obstante, el último tramo del 2022 trajo dos tendencias inquietantes: la caída en la producción industrial y del número de empresas. A lo que el comienzo del año ha sumado el descenso en el consumo y el fin de la resistencia -numantina y postpandémica- de los ingresos de los hogares, que empiezan a sucumbir a la inflación y los crecientes tipos de interés.

En términos generales, la creación de empleo se mantiene en niveles aceptables dado el difícil contexto económico general. Sin embargo, es un aumento del empleo que no alcanza para evitar la aparición de problemas en colectivos concretos (como los autónomos, que sufren un retroceso, o quienes bus-can su primer empleo, que aumentan).

Entorno demográfico y económico

España, ya es el tercer país la UE con menor proporción de menores de 20 años, el envejecimiento es un hecho: la tasa de fecundidad cae por octavo año consecutivo, los pensionistas ya son el 18% de la población y la población de nacionalidad exclusivamente española volvió a caer en 2022, aunque más moderadamente que en 2021.

Aunque el año pasado habríamos terminado con un incremento del PIB del 5,5%, algo mayor al proyectado inicialmente, el PIB per cápita de España es un 21% menor que la media de la UE, existiendo una gran diferencia entre territorios y siendo la Comunidad de Madrid la que continúa liderando esta cifra. Se ha producido una leve recuperación de la productividad, una de nuestras asignaturas pendientes, si bien aún estamos en el mismo nivel de 2020. Entre las variables desencadenantes de esta situación, una es el tamaño de las empresas, donde España tiene la cuarta menor proporción de empresas con 10 o más empleados per cápita. La otra es la innovación y grado de digitalización, donde la inversión española en I+D+i es la mitad que la media de la Unión.

Empleo y contratación según la información en el Anuario del Mercado de Trabajo 2023

Desde la óptica del empleo, y por segundo año consecutivo, la población activa creció más que la inactiva, y el paro registrado bajó de los 3 millones por primera vez desde 2008. Pero la definición más amplia de paro registrado (la que incluye personas en ERTE y a los fijos-discontinuos que no trabajan y están cobrando la prestación por desempleo), muestra una realidad muy diferente a la del paro registrado

Con la reforma laboral, ha crecido el empleo a tiempo parcial y los contratos indefinidos iniciales se multiplicaron por más de 4, si bien la cantidad de asalariados fijos-discontinuos se ha disparado un 42,7%, siendo esta modalidad el 35% de los contratos indefinidos. Por otro lado, el empleo por cuenta propia ha caído en 4 de los últimos 6 años mientras que el empleo público se ha multiplicado de forma sensible: el número de empleados públicos autonómicos crece un 102% entre 2002 y 2022, y su tasa de temporalidad supera el 30%.

Otra de las patologías de nuestro mercado de trabajo, el desempleo juvenil, se reduce, pero no logra contrarrestar el impacto del envejecimiento de la población, y por 14º año consecutivo, España es el país con mayor número de parados de la UE, al tiempo que la tasa de temporalidad española continúa entre las más altas de la UE y preocupa la evolución creciente de los desempleados de larga duración.

La evolución de las variables de nuestro mercado de trabajo tras la Reforma Laboral nos enseña que la gran mayoría de las empresas siempre van a tomar decisiones racionales y responsables: la norma no puede cambiar las reglas de juego de un mercado global, enormemente competitivo y lleno de complejidad e incertidumbre, y la crisis de la pandemia nos ha enseñado que las personas han confiado más en sus empresas que en otros stakeholders, y la apuesta por el mantenimiento del empleo es una buena prueba de ello.

La fotografía de los fijos discontinuos como nuevo paradigma de la calidad y sostenibilidad del trabajo, merece una reflexión y es una de las áreas de mejora del cambio legislativo.  Las empresas han perdido flexibilidad y soluciones a las legítimas necesidades de cubrir necesidades de contratación temporal, y deberán convivir con otras fórmulas, estables o pseudo estables, de ocupación.

El devenir de los contratos formativos nos indica que sobran rigideces, en plazos, operativa, y encaje con el modelo de contratación laboral existente, y la formación sólo servirá si facilita la empleabilidad, es práctica y tiene un alto contenido en competencias blandas. La figura del fijo discontinuo no ha desplegado aún todo su potencial. No es por ello de extrañar la reivindicación del sector de agencias de empleo privadas de incrementar su participación en esta modalidad contractual, dando soluciones a necesidades fijo-discontinuas, para aportar mayor estabilidad en el empleo, facilitando las transiciones, y asegurando ambiciosos planes de orientación y recualificación.

Amplía la información descargándote el “Anuario del Mercado de Trabajo 2023”.

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