Salud mental en un lugar de trabajo digitalizado

10 minutos

El uso de la tecnología digital en el lugar de trabajo puede tener importantes impactos positivos y negativos en el bienestar mental y la satisfacción laboral de los empleados. A medida que el trabajo digital se vuelve más común, es posible que los empleadores deban implementar nuevas prácticas laborales que consideren estos impactos en la salud mental.

Tecnología digital en el lugar de trabajo

La digitalización se refiere a la incorporación de tecnología digital a los negocios y a la sociedad, con el objetivo de mejorar los procesos. El uso de la tecnología digital en el lugar de trabajo ha aumentado drásticamente durante la última década. Por ejemplo, la proporción de trabajadores europeos que declaran un uso frecuente de la tecnología digital aumentó del 36% al 57% entre 2005 y 2015.

Hoy en día, la mayoría de las organizaciones utilizan algún tipo de tecnología digital. Las tecnologías más utilizadas en el lugar de trabajo incluyen la inteligencia artificial, la robótica y las tecnologías de la información y la comunicación, como los teléfonos inteligentes y las redes sociales.

La incorporación de estas tecnologías en los entornos laborales ha provocado cambios en la forma en que las personas se comunican, realizan tareas y socializan. También ha provocado cambios en los mercados laborales, ya que algunos puestos de trabajo son reemplazados por tecnología y otros requieren personas con nuevas calificaciones. Además, el trabajo digital puede tener un impacto significativo en la satisfacción laboral y la salud mental de los trabajadores, de manera positiva y negativa.

Impactos negativos del trabajo digital

Los impactos negativos de la digitalización incluyen la posibilidad de que los empleados experimenten tecnoestrés. El tecnoestrés es una respuesta psicológica causada por la incapacidad de afrontar la introducción de nuevas tecnologías digitales.

El tecnoestrés se ha relacionado con reacciones de estrés biológico. Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que las averías de las computadoras pueden provocar niveles elevados de cortisol, y las alteraciones relacionadas con las TIC pueden aumentar la alfa amilasa salival, un marcador de estrés agudo.

El uso de la tecnología digital en el lugar de trabajo puede inducir tecnoestrés por diversas razones, incluido el impacto negativo que puede tener en la vida familiar, ya que las personas ahora están más conectadas con el trabajo mientras están en casa.

Esto puede desdibujar la línea entre la vida laboral y familiar, limitando la capacidad de los empleados para relajarse y descansar una vez finalizada la jornada laboral y reduciendo potencialmente la cantidad de tiempo que las personas pasan con familiares y amigos. Esto no sólo puede afectar negativamente la salud mental de los empleados, sino también la salud mental de sus seres queridos.

La digitalización también puede afectar la vida privada de las personas al crear la expectativa de que los empleados estén siempre disponibles para trabajar, aumentar la carga de trabajo del personal y limitar su tiempo libre.

Según un estudio, alrededor del 66% de los trabajadores encuestados reportaron una intensificación del trabajo y un aumento en el ritmo de trabajo debido a la digitalización. Esto podría tener un impacto negativo, ya que las cargas de trabajo excesivas provocan, con respecto a la salud mental, síntomas de angustia psicológica como estrés, ansiedad y falta de sueño.

Además de esto, la tecnología digital facilita a los empleadores el seguimiento de los empleados. Este seguimiento puede incluir el seguimiento del uso y la ubicación de las TIC de los trabajadores, así como de cómo emplean su tiempo.

Si bien esto puede aumentar la autonomía de quienes ocupan puestos superiores, como los gerentes, reduce la autonomía de otros empleados. Potencialmente, esto puede hacer que los trabajadores se sientan controlados y bajo más presión para cumplir los objetivos relacionados con el trabajo, lo que, en última instancia, podría provocar una reducción del bienestar mental.

Sin embargo, a pesar de los numerosos impactos negativos que el trabajo digital en el lugar de trabajo puede tener en la salud mental de los empleados, también puede tener impactos positivos.

Impactos positivos del trabajo digital

La digitalización puede aumentar la facilidad para compartir datos entre organizaciones, así como mejorar la comunicación de los trabajadores. Esto aumenta el conocimiento de los empleados y facilita una delegación de tareas más rápida y sencilla, lo que les permite compartir su carga de trabajo y reducir los niveles de estrés.

El uso de las TIC en el lugar de trabajo también puede reducir el estrés al mejorar la organización y la gestión del tiempo y permitir a los trabajadores afrontar las exigencias de la vida privada durante las horas de trabajo.

Además, la reducción de la autonomía provocada por una mayor vigilancia no siempre afecta negativamente a los empleados. Por ejemplo, se ha descubierto que, si el personal pensaba que la vigilancia se llevaba a cabo para optimizar el flujo de trabajo en lugar de promover niveles de productividad poco realistas, su salud mental no se veía afectada.

Además, en una investigación encontraron que los altos niveles de vigilancia se correlacionaban positivamente con la satisfacción laboral en personas con un mayor deseo de estructura, lo que resalta la necesidad de considerar las diferencias individuales al evaluar los impactos del uso de la tecnología.

El futuro del trabajo digital

Es probable que en el futuro se produzca un aumento continuo de la prevalencia de la tecnología digital en el lugar de trabajo. Actualmente, alrededor del 50% de los empleos requieren que los trabajadores tengan habilidades digitales, y se prevé que esta cifra aumente al 75% para 2030. Por lo tanto, evaluar el impacto de la digitalización en la salud mental de los empleados es cada vez más importante.

Dado que el trabajo digital tiene el potencial de afectar negativamente la salud mental de los trabajadores, las organizaciones deben comprender cómo pueden limitar estos impactos y promover relaciones positivas con la tecnología entre los empleados.

Para ayudar a lograrlo, las empresas pueden intentar reducir el estrés y el agotamiento instando a los empleados a desconectarse de sus teléfonos inteligentes fuera del horario laboral y promulgando políticas que permitan flexibilidad para abordar las demandas personales y de la vida laboral.

Otras estrategias que se pueden utilizar para prevenir el tecnoestrés y mejorar el bienestar mental incluyen implementar políticas explícitas de correo electrónico, que alienten a los empleados a revisar los emails solo en horarios fijos, así como poner a disposición sesiones de asesoramiento para ayudar a los trabajadores a enfrentar los desafíos que plantean las tecnologías digitales.

Sin embargo, como todavía hay relativamente poca investigación centrada en el tecnoestrés, serán necesarios más estudios para evaluar completamente cómo dichas estrategias pueden promover una buena salud mental entre los empleados que utilizan la tecnología digital en el lugar de trabajo con frecuencia.

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