Cultura empresarial inclusiva

8 minutos

Todo el mundo quiere una cultura empresarial sólida, desde los ejecutivos hasta los empleados. Después de todo, la cultura de una organización es lo que da forma a la vida diaria de los empleados, incluso en un entorno remoto. Establece el tono de cómo es el entorno de trabajo para todo el personal y, a veces, la cultura de una empresa puede ser una barrera para sus esfuerzos de inclusión. Entonces, ¿cómo crear una cultura empresarial inclusiva?

Estrategias para crear una cultura empresarial inclusiva

¿Es la cultura organizacional tan inclusiva como podría ser? A continuación, indicamos 5 consejos a emplear para hacer lograr un mayor espacio para DE&I.

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En las grandes empresas, a veces la alta dirección tiene una visión sesgada de lo que realmente sucede en los niveles inferiores de la organización. Si los líderes no saben lo que no funciona, ¿cómo pueden solucionarlo? Parte de la creación de una cultura inclusiva es preguntar primero qué falla. Los empleados saben qué tipo de barreras o desafíos enfrentan todos los días. Desde cuestiones más institucionalizadas como el enfoque de gestión o las políticas de la empresa hasta las microagresiones diarias, preguntar a los empleados qué es lo que están experimentando ayuda a tener una imagen de dónde se necesita exactamente un mejor entorno de trabajo. Las encuestas de empleados pueden ser una forma rápida de recopilar esta información, especialmente en un mundo remoto, pero hay que dejar espacio en las encuestas para comentarios o historias compartidas. A menudo son las experiencias personales las que arrojan más luz sobre dónde se encuentran los problemas. 

Examinar las políticas

Es recomendable volver a examinar las políticas de la empresa para asegurarse de que todos reciben un trato justo en el trabajo. ¿Tiene la empresa estándares en torno a las expectativas de comportamiento de los trabajadores? Una de esas reglas ha de versar sobre tratar a los demás con dignidad y respeto. También hay que verificar qué constituye acoso en el trabajo y qué procesos existen para tratar las quejas si surgen. Todos los gerentes de la empresa deben conocer bien estas políticas para que puedan transmitirlas a sus equipos y dejar en claro qué es y qué no es aceptable en el lugar de trabajo. 

Educar a la fuerza laboral

Si se busca una cultura empresarial inclusiva hay que brindar a los empleados las herramientas para lograrlo. Mantener conversaciones abiertas con el equipo sobre la importancia de la inclusión y lo que significa para la organización es crucial. Se recomienda discutir los valores de la empresa y cómo se relacionan con la cultura corporativa. Valorar cómo se priorizan la colaboración inclusiva y el trabajo en equipo. Esta es una oportunidad perfecta para traer un orador o un tipo de desarrollo profesional más formal que pueda abordar los desafíos que enfrentan muchos grupos diferentes de empleados en el lugar de trabajo y lo que los miembros del equipo pueden hacer para ayudar. Se debe animar a tener conversaciones incómodas para provocar la discusión y el entendimiento. No hay que dejar solos a los trabajadores para tratar de resolver cualquier cambio cultural. Hay que apoyar el aprendizaje a nivel de equipo de forma que los empleados estén más equipados para navegar la actualización cultural con éxito. 

Incorporar la inclusión en el proceso de contratación

Las empresas no pueden lograr sus objetivos de inclusión sin tener en cuenta el proceso de contratación. Sí, hay trabajo por hacer a nivel de la empresa y de los empleados actuales para crear un espacio para la inclusión y la diversidad, pero si no cambia la forma de contratación, la composición de la fuerza laboral seguirá siendo la misma. Actualizar el proceso de contratación significa analizarlo de principio a fin para identificar dónde las barreras podrían desafiar a los candidatos. Hay que considerar el lenguaje empleado en las descripciones del trabajo y en qué bolsas de trabajo se publica. Otra opción bastante viable es crear un equipo de contratación diverso para ayudar con futuras contrataciones para garantizar que los gerentes no tengan puntos ciegos de reclutamiento. Es vital pensar en las preguntas a realizar y comprobar si están estandarizadas para todos los candidatos. Tampoco hay que olvidar la forma en cómo se rechaza a los candidatos que no tienen éxito. Ser más intencional y justo al contratar ayudará a construir una cultura empresarial inclusiva.

Seguimiento de métricas

Cambiar la cultura de la empresa puede ser complicado porque muchas de las interacciones diarias, particularmente en torno a la diversidad y la inclusión, son inconscientes. Es difícil cambiar aquello de lo que no se es consciente. Por ello, hay que idear un plan para actualizar la cultura y métricas de gestión del progreso. Este es el paso en el que fallan muchos programas de inclusión y sin ver lo que realmente está cambiando, ¿cómo saber si se está mejorando? Al considerar qué métricas usar, hay que evaluar las prácticas de contratación y observar qué candidatos reciben ofertas y quiénes son rechazados. También hay que examinar a los líderes actuales de la empresa así como si las oportunidades de ascenso están abiertas para todos y si ciertos grupos de personas ascienden con más frecuencia que otros. Además, siempre hay que prestar atención a las tasas de retención de empleados para ver quién deja la empresa y qué razones dan cuando lo hacen. 

La cultura empresarial inclusiva da cabida a todos

La cultura de una organización dice mucho sobre sus valores fundamentales y cómo ven a su fuerza laboral. La gran cultura empresarial siempre debe ser el objetivo, pero para lograrlo, se debe tener en cuenta la inclusión. ¿Tienes una empresa justa con igualdad de oportunidades para todos? ¿O el proceso de contratación está lleno de empleados similares? Las empresas exitosas están analizando detenidamente su cultura e identificando lo que pueden hacer para brindar un mejor ambiente de trabajo para todos los empleados. Al obtener información de los empleados y brindar oportunidades de aprendizaje para respaldar los esfuerzos de diversidad e inclusión, se puede cambiar la cultura de una empresa para valorar la colaboración, la comprensión y el bienestar. Pero esos cambios no ocurrirán por accidente. Construir una cultura empresarial inclusiva y positiva requiere trabajo y apoyo tanto de la alta dirección como de los propios trabajadores.

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