Adecco, líder mundial en la gestión de recursos humanos, ha querido conocer la opinión de las empresas y trabajadores a nivel internacional y nacional a través de la encuesta “Desconectar para reconectar”, para explorar cómo han cambiado las formas de trabajar tras la pandemia y cómo están afectando al bienestar de los empleados. Para ello se ha preguntado a 1.116 trabajadores de 131 empresas mundiales de 16 países, entre ellos España, sobre la ubicación del trabajo, la carga de tareas y la evolución del estrés, la capacidad de desconectarse y el apoyo de las organizaciones al bienestar de sus equipos.
¿Ha influido la pandemia en el modo de trabajar de los trabajadores?
La pandemia global por la que hemos pasado ha cambiado profundamente el modo en que las personas pensamos en el trabajo. Ha obligado a empresas y trabajadores a adaptarse a nuevas prácticas de trabajo remoto, que se han convertido en parte de la nueva normalidad. La flexibilidad laboral en materia de horarios y lugar de trabajo es una de las principales características de esta nueva normalidad. El 30 % de los participantes en nuestra encuesta trabajan desde casa 3 días a la semana de media. Por supuesto, el teletrabajo no es una opción para todos los puestos. De los que trabajan desde casa, el 86 % ostenta cargos administrativos o de oficina, en comparación con los que trabajan en el sector industrial o de cara al público.
En nuestra encuesta también analizamos el estrés y la ansiedad derivados del trabajo y relacionados con la pandemia y hemos obtenido algunos
datos ciertamente interesantes. Hemos visto que el 68 % de los trabajadores sienten estrés o ansiedad en ocasiones o a menudo, aunque la COVID no parece haber influido negativamente sobre este nivel de estrés o carga de trabajo. Sin embargo, para 3 de cada 10 trabajadores sí tuvo un impacto. Las personas que trabajan cara al público, los millenials, la generación X y las mujeres parecen haberse visto más afectadas por la pandemia que cualquier otro segmento.
Uno de los datos más interesantes recogidos a partir de esta encuesta es el hecho de que los trabajadores ya estaban estresados por el trabajo antes de la pandemia y las empresas no eran conscientes de esto hasta que la COVID golpeó. El 59 % de ellas opina que la pandemia ha aumentado el nivel de estrés de sus empleados. Con todo, solo el 25 % de los empleados da por cierto este hecho. Lo que revelan estos datos es que la pandemia ha ayudado a las personas a replantearse la conciliación de su vida personal y laboral, en lugar de aumentar aún más sus ya altos niveles de estrés y ansiedad. Por todo ello, si las empresas quieren mantener el nivel de satisfacción de sus trabajadores es vital que sean conscientes de este cambio de paradigma en los modos de entender y sentir el trabajo.
¿Les resulta fácil a los trabajadores desconectar del trabajo?
La capacidad de mantener una conciliación saludable entre la vida personal y laboral constituye una sólida base tanto para la satisfacción personal como para la profesional. Sin embargo, en un entorno digital hiperconectado, desconectar de nuestro trabajo es más difícil de lo que lo era para las anteriores generaciones. Según nuestra encuesta, el 45 % de los trabajadores sigue trabajando después del horario laboral 3 días a la semana de media y el 60 % mira su correo electrónico fuera del horario laboral 4 días a la semana.
Quizá no resulte sorprendente que sea la generación más joven y con más destrezas tecnológicas (la generación Z) la que más probabilidad tiene de trabajar fuera de su horario laboral: el 61 % trabajó y el 69 % comprobó su correo electrónico. Además, el estudio ha dejado patente que cuanto más trabajaban los trabajadores fuera del horario laboral más estresados estaban y más dificultades tenían para desconectar del trabajo.
Igualmente, cuanta más carga de trabajo sienten tener los trabajadores, mayor tiende a ser su nivel de estrés. Este hecho puede repercutir directamente sobre las empresas, ya que la probabilidad de que los trabajadores sometidos a mayores niveles de estrés dejen la empresa en los próximos 2 años es significativamente más elevada. Resulta interesante, sin embargo, observar que las empresas a las que preguntamos parecen anticipar esta probabilidad. Según los resultados, esperan que tanto la rotación de los empleados como las bajas por enfermedad (por causas ajenas a la COVID) aumenten en los próximos meses (+39 % de bajas por enfermedad y +47 % de rotación en los próximos 6 meses). La pregunta que surge entonces es: ¿están las empresas haciendo lo suficiente para garantizar el bienestar de sus empleados y reducir así el estrés y la ansiedad?
¿Están ofreciendo las empresas las iniciativas adecuadas para mejorar el bienestar
de sus trabajadores?
La pandemia ha puesto a prueba la capacidad de las empresas para respaldar el bienestar de sus trabajadores. El 73% de las empresas encuestadas considera que las iniciativas para incrementar el bienestar son cada vez más importantes, sobre todo para mejorar el compromiso (39%) y la satisfacción (24%) de los trabajadores. Sin embargo, a la hora de analizar las iniciativas ofrecidas por las empresas para respaldar el bienestar de sus trabajadores (aparte de la flexibilidad de horarios y lugar de trabajo) solo un tercio de las compañías encuestadas ofrecían alguna. Esto parece explicar el motivo por el que el 45% de los trabajadores no se sienten respaldados por su empresa en términos de bienestar.
Estos datos han puesto de relieve la necesidad de las empresas de concentrarse en la mejora de sus iniciativas de bienestar y en el modo en que las comunican internamente. Esto puede ayudar a abordar la preocupante correlación entre la falta de apoyo por parte de la empresa, los mayores niveles de estrés y la voluntad de dejar la empresa en los próximos 2 años.