¿Qué son los sistemas de reconocimiento de competencias profesionales a través de la experiencia?

Pocos trabajadores han oído hablar del reconocimiento de competencias profesionales a través de la experiencia. Desgraciadamente, esta oportunidad de oro para respaldar su trabajo y su esfuerzo no está ampliamente difundida. Sin embargo, es una práctica habitual en España, siguiendo las directrices de la Comisión Europea. Te contamos en qué consiste y cómo puede beneficiarte de cara a tu integración o mejora en el mercado laboral.

¿Qué ocurre con los trabajadores sin formación reglada?

La falta de una acreditación capaz de avalar las capacidades y habilidades profesionales que posee un trabajador puede lastrar el desarrollo en su profesión. En muchos casos, la ausencia de credenciales oficiales puede llegar a ser el obstáculo que impida que la persona se integre laboralmente.

En otros casos, esta circunstancia entorpece su promoción profesional y dificulta que sea reconocido socialmente. Este hecho puede, incluso, acabar por ser un inconveniente que afecte al incremento de los niveles productivos y de eficiencia que demandan las empresas.

Cómo pueden mejorar su currículum

Al amparo de lo dispuesto por la Comisión Europea para los estados de la Unión Europea. Para el organismo, “La evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral o por vías no formales de formación es uno de los instrumentos necesarios para hacer realidad el aprendizaje a lo largo de la vida. Está dirigida a la población que abandonó el sistema educativo sin cualificación con el objetivo de que se reincorpore al mismo”.

Esta es la razón por el que las Administraciones Públicas españolas han desarrollado un marco legal. Con él se ha buscado establecer un sistema a través del cual se puede acceder a los sistemas de reconocimiento.

De esta forma, ese reconocimiento no solo puede venir avalado por el Sistema de Enseñanza Oficial. También se da la oportunidad de acreditarse, a aquellos que no poseen formación, a través de la experiencia laboral. Esta opción refuerza el currículum de este tipo de trabajadores y les permite resultar más competitivos en el mercado de trabajo.

Marco legal para el reconocimiento de competencias profesionales a través de la experiencia

Como ya hemos puesto de manifiesto, el reconocimiento y la acreditación de competencias profesionales puede basarse en la experiencia laboral de un individuo, aunque este no haya finalizado los estudios pertinentes. También se puede tener en cuenta la capacitación adquirida por sistemas no formales o informales de cualificación.

En cualquier caso, todas estas vías se enmarcan en las políticas de lifelong learning impulsadas por la Unión Europea. Esta línea argumental procura que los estados miembros puedan lograr una serie de objetivos:

  • Dotar de cualificación profesional a la fuerza laboral que no cuenta con titulación o certificación.
  • Ayudar a diseñar mejores políticas de los departamentos de RRHH para la promoción de la movilidad y la reubicación de trabajadores.
  • Mejorar las políticas de empleo.
  • Impulsar el nivel de empleabilidad de los candidatos con menor cualificación.

 

En España, la aprobación del RD 1224/2009, de 17 de julio cubre los objetivos para el reconocimiento de competencias profesionales a través de la experiencia laboral. De esta forma, se ha constituido un marco jurídico esencial para reconocer, evaluar y acreditar estas capacidades. Así, el procedimiento se puede llevar a cabo de una manera fiable, objetiva y respaldada por el rigor técnico de la evaluación

Las formas de aprendizaje

La tradición ha auspiciado tres fórmulas esenciales de adquirir el conocimiento. Veamos cuáles son estas categorías de aprendizaje.

Aprendizaje formal

Es el que se lleva a cabo a través de los centros educativos o de formación. Se basan en una propuesta programática formativa sistematizada y estructurada. Su fin último es el de obtener una cualificación y un título con reconocimiento oficial.

Aprendizaje no formal

Se adquiere desarrollando directamente un trabajo o actividad laboral. También puede obtenerse con la realización de labores y tareas desempeñadas en el ámbito de la sociedad civil. En este último caso podríamos destacar las actividades llevadas a cabo en ONG, organizaciones sindicales, asociaciones y sindicatos, etc.

El aprendizaje no formal acostumbra a integrarse en ocupaciones programadas. No obstante no se han diseñado, de manera específica, como actividad formativa. Sin embargo, conlleva un notable factor formativo, aunque las habilidades adquiridas no se respaldan con una certificación formal.

Aprendizaje informal

Hablamos de un aditamento de la vida diaria. Son actividades familiares y de ocio y no están supeditadas a ningún organigrama. Carece de estructura con respecto al alcance de objetivos concretos, tiempo de dedicación o plataformas para el aprendizaje.

El aprendizaje informal puede diferenciarse fácilmente de las otras fórmulas de aprendizaje porque no tiene por qué adquirirse de una manera intencionada. Además, no conlleva la adquisición de una titulación o una certificación.

Todas estas fórmulas de aprendizaje resultan ser un trampolín para fomentar la formación continua. Los trabajadores que deseen participar en los sistemas de reconocimiento de competencias profesionales a través de la experiencia pueden informarse de todo lo necesario a través de la web del SEPE. Es una buena oportunidad para acreditar oficialmente la experiencia adquirida.

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