Tendencias del mercado laboral

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Tendencias del mercado laboral desde la perspectiva de género en la etapa postpandemia: un análisis a través de los datos

En las últimas décadas se han publicado diversas normas con el fin de asegurar la igualdad en el mercado laboral de las mujeres frente a los hombres, sobre todo a nivel salarial. Entre otras, las principales son: la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres o, más recientemente, la Ley 15/2022, de 12 de julio, integral para la igualdad de trato y la no discriminación.

Pero, ¿realmente se está consiguiendo el efecto buscado? Los datos pueden aportar importante información al respecto y poner de manifiesto las cuestiones que todavía quedan por solucionarse en este ámbito. Con este objetivo, aquí se aborda el análisis de los últimos en materia de participación y contratación laboral.

España en el número 17 del ranking mundial de paridad

En el ranking del Informe Global Gender Gap Report 2022, España aparece en el número 11 sobre 35 Estados con una paridad del 0,788 (siendo 1 la paridad absoluta) en el nivel europeo y en el número 17 en el ámbito mundial sobre 146 países. Lidera dicho ranking, tanto a nivel europeo como a nivel mundial, Islandia con 0,908.

Hay que advertir que la posición ocupada en 2022 es peor que la adjudicada en el año 2021, ya que en este último año se alcanzó el puesto 14, aunque estábamos exactamente en el mismo promedio. De forma que habrá que concluir que hemos evolucionado menos que otros países, aunque el nivel de paridad no se haya reducido.

Por otra parte, los resultados del ranking español se deben a la valoración positiva de dos aspectos: el acceso a la educación, casi paritario, y el estado de salud; pero se reduce la puntuación obtenida por la adjudicada en la participación y oportunidades en el ámbito económico y en el político.

Centrándose en el ámbito laboral, la puntuación obtenida es de 0,709. Con esta puntuación solo se alcanza el puesto 64 (71 en 2021, por lo que sí que hemos mejorado en el último año). En concreto, la equidad valorada sobre la participación de la mujer en el mercado laboral es de 0,84 y respecto a los salarios por idénticos trabajos es del 0,616 (situándose en el número 89 mundial, esto es, a la mitad de la tabla).

El aumento de la participación laboral de la mujer después de la pandemia

Como se ha señalado, de acuerdo con el Global Gender Gap Report 2022, la equidad en el ámbito de la oportunidad y participación en el mercado laboral español se ha elevado desde 0,699 en 2021 a 0,709 en 2022, pasando del puesto 71 al 64 en el ranking mundial. De acuerdo con estas consideraciones habrá que concluir que algo se ha mejorado de 2021 a 2022 en este concreto nivel.

Todavía durante el 2021 el mercado laboral ha venido marcado por los efectos económicos de la pandemia que se inició en marzo de 2020 y que también se dejaron sentir en el propio año 2021. No obstante, el Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022, que recoge los datos de 2021, apunta que a finales de este año ya se empieza a vislumbrar un escenario de recuperación sanitaria y económica, lo cual parece que ha continuado en 2022 de acuerdo con las cifras ofrecidas por el Global Gender Gap Report 2022.

El Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022 igualmente señala que el número total de trabajadoras, con el puntual retroceso de 2020, sigue en alza desde 2013, punto de inflexión de la anterior crisis económica. La afiliación en alta femenina crece más que la de los hombres, hasta llegar a 9,1 millones, registrando un aumento interanual de casi el 3%. En definitiva, a lo largo de 2021 se incrementó el empleo femenino, contrarrestando la pérdida del año anterior debido a la pandemia.

Similares datos se pueden concluir del análisis del Global Gender Gap Report 2022, donde se recoge que en julio de 2022 el número de trabajadoras era de 10,82 frente a 12,20 millones de trabajadores, siendo la tasa de participación de la mujer en el mercado laboral de un 47%.

La reducción de la tasa de desempleo femenino

En otro orden de cosas, de acuerdo con el último Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022, la tasa de paro femenina se ha reducido hasta el 15,04 %.

Esta aminoración fue sobre todo en la franja de las mujeres con edades comprendidas entre 30 y 40 años. Aunque, igualmente se redujo hasta el 25,45 % el paro de las mujeres con edades entre 20 y 30 años, pero, sin embargo, el porcentaje de las desempleadas mayores de 45 años se mantuvo por encima de las registradas antes de la pandemia, en la misma línea que ocurre con los hombres.

Los datos son similares en el Global Gender Gap Report 2022, donde se pone de manifiesto que el porcentaje de desempleo femenino es del 15, 51 y el de los hombres es de 11,78.

En conclusión, la tasa de desempleo femenino postpandémica es de aproximadamente un 15% y como tendencia se pone de manifiesto la dificultad de las mujeres (y también de los hombres) de encontrar un puesto de trabajo a partir de los 45 años.

La temporalidad, la parcialidad y los sectores especialmente feminizados como elementos estructurales del trabajo femenino

De acuerdo con el Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022, la contratación femenina aún no se ha elevado lo suficiente para recuperar los niveles registrados en 2019. Y, además, remarca que estos contratos están especialmente caracterizados por la temporalidad y la parcialidad, cuestiones ambas relacionadas con la precariedad laboral.

El Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022 señala que solo el 44,18 % de las contrataciones a mujeres fueron indefinidas. Además, en 7 de cada 10 contratos de interinidad (ahora de sustitución) se ha contratado a una mujer.

Después de la reforma laboral de diciembre de 2021 centrada en la reducción de la temporalidad, aunque la parte contractual no entro en vigor hasta finales de marzo de 2022, la tasa general de temporalidad, señala el Informe Trimestral de Análisis del Mercado de Trabajo número 41/ junio 2022 del Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha bajado al 24,2% (1,2 puntos más abajo que en 2021).

Y, aunque en 2014 casi se había equiparado la tasa de temporalidad por sexos, en el primer trimestre de 2022 dicha tasa es 5 puntos superior para las mujeres respecto a los hombres, siendo, además, la diferencia superior a la de 2021.  

Por otra parte, el Informe Estatal del Mercado de Trabajo de las Mujeres de 2022 señala que el 81% de los contratos a tiempo parcial se han celebrado con mujeres en 2021. La misma conclusión se extrae del Global Gender Gap Report 2022, donde se recoge que la brecha en relación a los contratos a tiempo parcial es del 0,36.

En el Informe Trimestral de Análisis del Mercado de Trabajo número 141/ junio 2022, siguiendo la misma tendencia, se vuelve a reflejar que el 23% de las mujeres trabajan a tiempo parcial frente a menos del 7% de los hombres, de forma que más del 75% del trabajo a tiempo parcial lo realizan las mujeres.

Por último, señalar también que en los sectores donde se generó más empleo, como se ha puesto de manifiesto en el Informe estatal, fue en los especialmente feminizados. Aunque como buena noticia se pone de manifiesto que también se ha elevado su participación en el sector industrial, el cual tiene mayor estabilidad, que el de servicios, que es en el que quedan enmarcados casi todos los puestos de trabajo que con mayor frecuencia detentan las mujeres.

Concluyendo

Si bien es verdad que parece que el empleo femenino ha superado los efectos negativos de la etapa prepandémica (la mayor tasa de desempleo y menos afiliación en alta), sin embargo, sigue manteniendo básicamente las mismas características de precariedad que en ese momento.

La temporalidad, la parcialidad y la feminización de ciertos sectores, generalmente peor remunerados, siguen siendo las características propias del trabajo femenino. Se trata de condiciones estructurales, que se han mantenido antes, durante y después de la pandemia. Por lo que, en este momento que ya se está esperando una nueva recensión económica que, como todas, es posible que vuelva a situar en peor situación laboral a las mujeres, deben ser corregidas de forma urgente.

A la espera de ver los resultados totales de la reforma laboral reciente, que quizás consiga una cierta reducción de la tasa de temporalidad, el asunto de la parcialidad, con sus importantes efectos salariales y, en su caso, de cotización, seguramente auspiciado por las necesidades de cuidado de las familias, sigue siendo un elemento que hay que reconsiderar.

En este ámbito, habrá que reivindicar políticas públicas que se centren en la contratación de las mujeres, no en general, al contrario, se dirijan a: a) los sectores donde están infrarrepresentadas; b) la promoción de la contratación a tiempo completo, lo que pasa por la puesta en marcha simultanea de medidas que permitan la corresponsabilidad; y a las mujeres mayores de 45 años que, como se puso de manifiesto, son quienes tienen mayores dificultades en encontrar un puesto de trabajo.



Eva María Blázquez Agudo

Directora de la Cátedra ADECCO-UC3M sobre Empleo y Diversidad, Universidad Carlos III de Madrid

 

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