Tipos de gestión empresarial

12 minutos

Coexisten varios estilos de liderazgo únicos. Cada uno de ellos puede ayudarnos a encontrar el éxito como líder cuando se usa en la situación correcta. Acertar con el estilo de gestión que sea más eficaz para nosotros también depende de muchos factores. Entra en juego cuestiones como nuestra personalidad, nuestros objetivos y necesidades, y el carácter de las personas a las que dirigimos. 

Obtengamos más información sobre los tres tipos principales de estilo de gestión y cómo averiguar cuál es el más adecuado para nuestro modelo de gestión empresarial. 

¿Qué es un estilo de gestión?

Algunos especialistas en RRHH definen el estilo de gestión como “los métodos que utiliza una persona para gestionar un individuo, una reunión, un proyecto, un grupo de personas o una organización”. 

Podemos usar un modelo de gestión empresarial en todos los aspectos de nuestro trabajo o cambiar de uno a otro en función de varios escenarios. La cantidad de trabajo que necesitamos hacer, la rapidez con la que debemos completar un proyecto, la cultura de nuestra empresa, nuestra personalidad y los objetivos de nuestro equipo pueden tener su impacto.  

Nuestro estilo de gestión ayuda a quienes nos rodean a comprender cómo trabajamos, nuestras expectativas y cómo comunicarse con nosotros. Cuando tenemos un enfoque claro de la gestión empresarial, los empleados suelen ser más productivos porque saben lo que se espera de ellos y qué esperar de nosotros.  

8 estilos de gestión empresarial y cuándo usarlos

Como líder, podemos elegir nuestro propio estilo de gestión de entre varios modelos. Cada uno tiene sus características particulares, pero también encontraremos que se superponen y comparten rasgos. También puede que prefiramos usar una combinación de estilos en lugar de uno solo. 

1. Autoritario

Los líderes adoptan un enfoque unilateral de toma de decisiones de arriba hacia abajo en el estilo de gestión autoritario o autocrático. Los gerentes autocráticos tienen reglas claramente definidas y manejan entornos rígidos y estructurados. Si bien este estilo puede ahorrar tiempo, aumentar la eficiencia y reducir la incertidumbre, particularmente en situaciones de crisis o de alta presión, también deja poco espacio para la creatividad o el pensamiento innovador. 

Este estilo funciona cuando:

  • Hay presión de tiempo
  • Estamos en una situación de crisis

2. Democrático

Un gerente democrático fomenta la participación y el debate del equipo al tomar decisiones. Este estilo de gestión empresarial se beneficia de traer perspectivas más diversas al proceso de toma de decisiones mientras permite que los miembros del equipo se sientan valorados y comprometidos. Este enfoque puede mejorar la colaboración y la creatividad. También puede tomar más tiempo y puede aumentar el potencial de conflicto.

Este estilo funciona cuando

  • Las decisiones no involucran información privada o confidencial
  • Una organización quiere promover y desarrollar el talento desde dentro

3. ‘Déjalo estar’

El estilo de gestión laissez-faire no es exactamente un enfoque de liderazgo de no intervención, pero le permite al gerente dar un paso atrás. Los empleados toman sus propias decisiones y trabajan con poca orientación o instrucción. A su vez, el gerente puede responder preguntas y ayudar cuando sea necesario. Esto puede impulsar la motivación y la creatividad de los empleados como parte de una cultura empresarial relajada, pero también puede representar un desafío para los empleados que necesitan un apoyo más directo (en particular, los recién llegados o los que se encuentran al principio de sus carreras). 

Este estilo funciona cuando

  • Una organización tiene una cultura empresarial más relajada 
  • Los empleados están motivados o han estado haciendo su trabajo durante mucho tiempo

4. Transformacional

Los líderes transformacionales crean un entorno en constante cambio para alcanzar y superar los objetivos de la empresa. Los gerentes inspiran a los empleados a ir más allá de sus zonas de confort ampliando sus habilidades y experiencia y asumiendo nuevos proyectos para lograr un objetivo compartido. Este enfoque en objetivos elevados y desarrollo a largo plazo a menudo impulsa la innovación y la motivación intrínseca, pero también puede provocar agotamiento y sensaciones perturbadoras. 

Este estilo funciona cuando

  • Una empresa está impulsada por valores
  • Los empleados son adaptables y están dispuestos a asumir riesgos calculados

5. Colaborativo

Los equipos administrados en colaboración abren todas las ideas para la discusión, con decisiones finales tomadas por la preferencia de la mayoría en lugar de la administración por sí sola. Este estilo de gestión puede mejorar la moral de los empleados mientras desarrolla las habilidades de liderazgo de los futuros líderes de la empresa. Al igual que el estilo democrático, esto puede llevar mucho tiempo. También es posible llegar a una decisión mayoritaria que no sea adecuada para la empresa. 

Este estilo funciona cuando

  • Existe una comunicación abierta entre los gerentes y los empleados
  • Hay un objetivo claro que podría beneficiarse de ideas innovadoras

6. Transaccional

La gestión transaccional recompensa a los empleados por alcanzar una meta con incentivos como bonos u opciones sobre acciones. Aprovechar la motivación extrínseca de esta manera puede ser efectivo cuando se necesita hacer un trabajo no deseado, pero también puede desalentar la creatividad y la toma de riesgos. Al usar este estilo de gestión empresarial, es importante recordar que se ha demostrado que la motivación intrínseca es más fuerte a largo plazo. 

Este estilo funciona cuando

  • Un proyecto requiere un proceso fijo y lineal
  • Gestión de objetivos a corto plazo sensibles al tiempo

7. Coaching

Cuando se adopta un enfoque de coaching para el liderazgo, se asume el papel de un entrenador para su “equipo” de empleados. Esto a menudo significa centrarse en el desarrollo profesional a largo plazo del equipo, incluso si eso significa más errores a corto plazo. Un estilo de coaching puede crear fuertes lazos de equipo, fomentar una cultura de aprendizaje y mejorar el compromiso. También puede conducir a un nivel tóxico de competencia si se lleva demasiado lejos.

Este estilo funciona cuando

  • Los equipos son pequeños, dejando tiempo para conectarse uno a uno
  • El progreso a largo plazo es más importante que el éxito a corto plazo

8. Visionario

Si se tiene una visión para la empresa o equipo, y se es eficaz para comunicar esa visión a los demás, este estilo de liderazgo podría ser una buena opción. Una visión convincente puede inspirar a los miembros del equipo a realizar su mejor trabajo mientras se conecta al equipo a través de un propósito colectivo. Este estilo puede ser efectivo en las circunstancias adecuadas, pero puede resultar desafiante para aquellos que son más introvertidos o reacios al riesgo.

Este estilo funciona cuando

  • Los equipos experimentados son buenos para administrarse a sí mismos
  • Una empresa o equipo necesita cambiar

Cómo identificar nuestro estilo de gestión empresarial

Podemos seguir varios pasos para descubrir cómo preferimos administrar. Comencemos con estas opciones:

Confiemos en nuestra intuición

Miremos hacia adentro y evaluemos nuestra personalidad, valores, prioridades y metas. Esto nos dará un buen punto de partida para identificar nuestro estilo de gestión. No solo eso, sino que la intuición es una habilidad importante para todos los gerentes y practicarla puede ayudarnos a convertirnos en un mejor líder. 

Valoremos la cultura empresarial

Es importante tener en cuenta los valores de nuestra organización cuando determinemos qué estilo de gestión se adapta mejor a nosotros. Si la organización valora la colaboración, es posible que no deseemos adoptar un enfoque autocrático de gestión. Si la empresa valora el crecimiento rápido, es posible que deseemos incorporar rasgos del estilo de gestión transformador en nuestro liderazgo. 

Encontremos un mentor

¿Hay algún líder dentro de nuestra organización que admiremos? Si es así, valdría la pena preguntarles si pueden asesorarnos para ayudarnos a refinar nuestro estilo de gestión. Contratar a un coach empresarial es otra opción. Los líderes utilizan entrenadores de negocios por varias razones y mejorar sus habilidades de gestión es una de ellas. 

Hagamos una evaluación de liderazgo

Las evaluaciones de liderazgo son una excelente manera de ayudarnos a conocernos mejor, porque a menudo nos recuerdan las características que tendemos a olvidar o dejar de lado. También resaltan nuestras fortalezas y oportunidades de crecimiento, lo que le permite crear una visión clara para convertirnos en el líder que deseamos ser. 

Por último, y en cualquier caso, es importante aprender sobre la efectividad de los diferentes estilos de gestión y cómo determinar qué estilo de gestión empresarial debemos usar en diferentes situaciones.

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