Recuperación post covid-19: La necesaria apuesta por la recualificación

Los jóvenes se han visto particularmente afectados por la pandemia del covid-19 y el posterior bloqueo de nuestras economías. Y a medida que los procesos de formación y aprendizaje se han ido estancando, el desempleo juvenil ha aumentado exponencialmente.

Pero los jóvenes no son el único grupo demográfico que sufre las consecuencias negativas del covid-19. Parece que las mujeres y las madres, en particular, también están entre el colectivo de riesgo: una de cada cuatro mujeres está considerando cambiar de profesión o dejar de buscar empleo por la crisis del coronavirus.

Importancia de la formación para el empleo

Parece una obviedad, pero no por ello es menos relevante destacar que cuanto más elevado es el nivel educativo, mejores son los resultados en empleo y salarios.

La OCDE ya ha puesto de manifiesto que los países más avanzados en el sistema de aprendizaje de Formación Profesional Dual -modalidad que combina la formación teórica recibida en un centro educativo con la actividad práctica en un centro de trabajo- presentan una transición mucho más suave del sistema educativo al mercado laboral, con bajo desempleo juvenil y menor tasa de población que ni estudia ni trabaja.

El papel de las empresas en la recuperación post Covid-19

Las empresas de la EU-28 llevan años desarrollando programas de formación y recualificación propios: aprendizaje planificado mediante formación guiada en el puesto de trabajo, rotación de puestos, intercambios o comisiones de servicio, conferencias y talleres, participación en grupos de aprendizaje o mejora de la calidad, aprendizaje autodirigido, etcétera.

De hecho, la proporción de empresas que imparten cursos de formación profesional continua superó el 80% en Chequia, Austria, Suecia y España y también estuvo por encima de la media de la UE-28 en Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Francia, Eslovenia, Luxemburgo, Dinamarca, Reino Unido, Estonia y Eslovaquia. y Alemania.

Paradójicamente, en aquellos sectores con mayor peso en el tejido productivo en las economías más avanzadas -como el tecnológico, la industria o la construcción-, es precisamente donde las  empresas españolas tienen ratios de formación superiores a la media de la UE. Luego parece que el camino iniciado por las empresas es la ruta a seguir en nuestro país.

España, recuperación post-covid y recualificación

Nuestro país tiene muchos deberes pendientes en materia de formación y recualificación, si no queremos que los habituales colectivos en paro y desempleo de larga duración vuelvan a ser los más damnificados por la pandemia.

Dentro de la educación secundaria inferior en Europa, los programas de formación profesional son relativamente raros: sólo representan el 4,3% del número total de alumnos, pero en España suponen casi la tercera parte que en la UE, exactamente el 1,3%.

La Formación Profesional se considera más efectiva para desarrollar habilidades que permitan acceder antes al mercado laboral. Pero solo el 18,7% del alumnado español de 17 años elige la FP en la segunda etapa de la Educación Secundaria, frente a la media de la OCDE que alcanza el 31,0%. Entre los países que lideran el ranking se encuentran República Checa, Finlandia y Eslovenia.

En España, el porcentaje de alumnado de segunda etapa de Educación Secundaria en Formación Profesional Dual fue del 1% en 2016, con un total de 795 centros que impartían estas enseñanzas.

Contradicciones y desventajas en nuestro modelo de formación

Según la OCDE, casi el 23% de los españoles entre 25 y 64 años tienen estudios de segunda etapa de Educación Secundaria (superiores a la ESO), frente a la media de los países analizados que supera el 40%.

Asimismo, el nivel educativo de la población adulta española (entre 25 y 64 años) ha mejorado durante el periodo 2008-2018, pero la cifra de adultos españoles con estudios inferiores a la segunda etapa de Educación Secundaria (39,9%) dobla a la de la Unión Europea (18,7%).

Por el contrario, el número de adultos españoles con estudios superiores se sitúa entre las medias internacionales de la OCDE y la UE23. Sin embargo, solo el 30% de los que acceden por primera vez a estudios de grado en el ámbito STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres. En el campo de salud y bienestar, más de siete de cada 10 son mujeres.

Principales desafíos y respuestas políticas con la covid-19

Parece necesaria una apuesta por la formación y la recualificación. Muchas personas trabajadoras no tendrán más opción que resetearse para encontrar empleo si quieren que ocurra antes de que sus sectores vuelvan a la normalidad más allá del 2023.

Y en particular, para poner en valor la formación profesional y la formación para el empleo se sugieren medidas como:

  1. Reducir el abandono temprano de la educación y la formación;
  2. Mejorar el aprendizaje de las buenas prácticas, entre territorios y sectores, sobre formación dual;
  3. Mejorar y fomentar el atractivo de la formación profesional.
  4. Alinear las cualificaciones de la FP con las necesidades del mercado laboral y las previsiones de competencias y con las necesidades sectoriales;
  5. Mejorar la transición de la educación general a la FP
  6. Modernizar y desarrollar nuevos perfiles ocupacionales con miras a la digitalización

Por supuesto, siempre para afrontar los efectos de la covid-19 en el mercado laboral y la economía española.


  Javier Blasco de Luna
  Director, The Adecco Group Institute

 

 

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