Cómo ser una organización emocionalmente saludable

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Numerosas organizaciones invierten tiempo y recursos en “motivar a su personal” pero sin embargo no obtienen resultados tangibles. ¿Por qué ocurre esto? Quizás las técnicas que se estén llevando a cabo no son las idóneas para nuestra organización o quizás no se estén aplicando de forma correcta. Por lo que, lo primero que debemos hacer, es conocer, entender y estudiar nuestra organización, además del concepto que queremos aplicar en ella.

Si nuestro objetivo es comenzar a cultivar una buena motivación en el entorno laboral tenemos que saber que, etimológicamente hablando, la locución “motivación” deriva del latín motivus (movimiento) por lo que podemos asociar dicho concepto con la necesidad de crear o promover objetivos atractivos para nuestros trabajadores, de modo que les estimulen a llevarlos a cabo.

Usos del término motivación laboral

El término “motivación laboral” puede usarse desde varios puntos de vista. Desde el punto de vista humano podemos diferenciar dos tipos de motivación en función de los estímulos que la originan.

Podemos experimentar una motivación intrínseca, cuando esta nace del interior de cada uno/a sin dar lugar a la influencia de estímulos externos. Se refiere al amor propio, satisfacción personal, fuerza interior, confianza…

Y por el contrario podemos experimentar una motivación extrínseca, cuando esta nace o se promueve a través de factores externos. Como por ejemplo tener un buen salario, gozar de autonomía, participación…

Bajo el punto de vista organizacional

El término “motivación laboral” hace referencia a la capacidad que tiene una empresa para crear, incentivar y conservar el compromiso de sus colaboradores, con el objetivo de obtener el máximo rendimiento de estos.

Ahora bien, ¿Pueden las organizaciones aumentar la salud emocional y con ella el rendimiento de sus trabajadores incidiendo en las distintas formas de motivación descritas anteriormente?

Las organizaciones pueden llevar a cabo técnicas o acciones que estimulen los distintos coeficientes emocionales y motivacionales que hemos visto.

Motivación laboral

Si es cierto que, cuando hablamos de motivación intrínseca, hablamos de factores internos o factores más emocionales, que aparentemente no están al alcance de las organizaciones, pero sí que existen técnicas que pueden ayudar a su florecimiento. Como por ejemplo potenciar una buena inteligencia emocional entre todos los coagentes de la organización.

Daniel Goleman, define la Inteligencia Emocional como “la capacidad de reconocer, aceptar y canalizar nuestras emociones para dirigir nuestras conductas a objetivos deseados, lograrlo y compartirlos con los demás”.

Fomentar una buena inteligencia emocional ayudará a:

  • Tomar conciencia de las propias emociones.
  • Comprender los sentimientos de los demás.
  • Tolerar las presiones y frustraciones que se soportan en el trabajo.
  • Aumento del nivel asertivo.
  • Acentuar la capacidad de trabajar en equipo.
  • Adoptar una actitud empática y social que brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
  • Participar, deliberar y convivir con los demás desde un ambiente armónico y de paz.

Engendrando y mejorando esos factores internos que mencionábamos con anterioridad.

Salario emocional

Por otra parte, podemos motivar el lado extrínseco sin que esto suponga una gran inversión para la organización, fomentando un coeficiente motivador como lo es el “salario emocional”.

El concepto “salario emocional” engloba una serie de beneficios, ventajas y suplementos que no tienen por qué ser monetarios, pero sí que satisfacen y contribuyen al bienestar emocional del trabajador.

Como pueden ser:

  • El teletrabajo, favorece la conciliación familiar y fomenta una buena independencia al trabajador.
  • Beneficios sociales, como planes de pensiones, guarderías, seguros médicos, cheques de almuerzos, etc.
  • Tarjetas prepago para cualquier transporte público. Siendo un recurso útil para el trabajador.

Actualmente, tras los años vividos de pandemia por la COVID-19, el nivel emocional y motivacional de la población se ha visto mermado algo que se ve reflejado de manera directa en el ámbito laboral.

Solo tenemos que observas los datos estadísticos que nos arroja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), donde la tasa de suicidios en España se ha visto aumentada un 7,35% más con respecto al 2019.

Por lo tanto, las organizaciones deben actuar ante esta situación que cada vez más está latente en las empresas, esto no quiere decir que todos los suicidios estén relacionados con el ámbito laboral, pero sí que podemos contribuir a la reducción de los mismos.

Técnicas motivacionales

¿Cómo? A través de técnicas motivacionales o emocionales que mejoren el estado de ánimo de los trabajadores. Además de las mencionadas con anterioridad podemos llevar a cabo las siguientes:

  1. Mejorar la flexibilidad horaria, por ejemplo, permitir que se aumente la jornada laboral de lunes a jueves para que el viernes se pueda finalizar la jornada antes.
  2. Reconocer los logros de los trabajadores, además de en público otra opción sería publicando dichos logros, proyectos… en el tablón de anuncios o RR.SS.
  3. Trabajar en equipo es algo muy beneficioso siempre y cuando los mandos superiores sean capaces de componer equipos de trabajo bien equilibrados.
  4. Llevar a cabo ciertos proyectos por objetivos, de este modo aumentaremos la implicación de los coagentes con el fin de obtener un buen resultado.
  5. Organizar convivencias, de este modo fomentaremos una buena relación con los demás componentes de la organización y crearemos un marco idóneo para eliminar las posibles discrepancias que se puedan originar en el entorno laboral.
  6. Liderazgo latente, fomenta un clima de confianza entre los mandos directos.
  7. Talleres de relajación y respiración, este tipo de talleres aportan herramientas para poder gestionar el estrés, ansiedad o situaciones de tensión…

Las empresas deben ser conscientes de que mejorar la “salud organizacional” va a repercutir exponencialmente en el: 

  • Clima laboral de la misma.
  • Estado de ánimo de los trabajadores
  • Disminución de presentismo y absentismo.
  • Disminución de estrés, insatisfacción laboral, burnout, boreout…
  • Aumento de productividad
  • Aumento de beneficios económicos.
  • Felicidad organizacional.
  • Mejora de la imagen social…

Las organizaciones deben ser conscientes de que el éxito de las mismas, siempre va a estar directamente relacionado con el estado psicofísico de sus trabajadores. Ya que son el motor principal y los que, finalmente harán que la empresa se mantenga a flote y triunfe o naufrague. 

Como dijo Aristóteles ya en la Antigua Grecia “La felicidad es el significado y el propósito de la vida, la meta general y final de la existencia humana”.


  Minerva Berbel González   Técnico en Prevención de Riesgos Laborales, Instituto de Seguridad y Bienestar Laboral    

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